¿QUÉ ES EL PATRIMONIO?

Se define cómo el conjunto de bienes adquiridos por herencia por título, relativo a la cultura (modos de vida, costumbres conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social,…).

Bien cultural.

Al principio, la cultura se identificaba por los monumentos que había; sin embargo esto era un error. En la 2ª mitad del siglo XX, se abre el concepto de bien cultural incluyendo objetos con valor artístico o cualquier expresión que sea testimonio de la cultura humana.

Este cambio se produjo debido a la Segunda Guerra Mundial, que destruyó todos los monumentos mediante los bombardeos como castigo. Se lo hicieron a los alemanes, pero estos también lo hicieron a otros países como Inglaterra.

La historia no la definen solo reyes o políticos mediante leyes y tratados, la historia la define la gente (como un país ganando un mundial, manifestaciones en la calle,…).

Se consideran bienes culturales la arquitectura monumental, las obras de arte, la arquitectura menor o popular (cómo por ejemplo las casas de nuestros abuelos o bisabuelos), la arquitectura militar-defensiva.

Palacete Giner-Cortina, Torrent, Valencia.

También los testigos de trabajo (herramientas), testigos de la producción industrial (ej. Las chimeneas), testigos de la cultura agraria (acequias, compuertas) y testigos de la cultura gastronómica.

En 1954, la UNESCO crea un documento para proteger los monumentos históricos en caso de guerra, llegando a haber juicios por que algunos de estos se destruyeron. En 1972,  propone una clasificación de los bienes culturales. España crea la Ley de Patrimonio Histórico Español y el BIC para proteger los edificios de las intervenciones de los arquitectos.

¿POR QUÉ CONSERVAR?

Hay que conservar el patrimonio cultural porque tiene valores. Se pueden nombrar 7, aunque hay más:

  • Valor cultural
  • Valor artístico o estético
  • Valor histórico
  • Valor de autenticidad
  • Valor de antigüedad
  • Valor funcional o social
  • Valor económico

El arquitecto tiene la obligación de conservar esos valores. Para ello tiene que conocer mediante un catálogo cuales son los bienes culturales de cada pueblo para protegerlos y conservarlos.

¿QUÉ CONSERVAR?

Hay que conservar el patrimonio arquitectónico físico y todos sus valores (materia, técnicas constructivas, formas, dimensiones, colores, materiales, texturas, carácter, uso, entorno y significados).

Puesta en valor: cuando conseguimos que el edificio muestre o explique los valores que tiene, mostrándoselos a los demás.

¿CÓMO CONSERVAR EL PATRIMONIO CULTURAL?

Instrumentos legislativos.

  1. PROTEGER: cubrir, ir por delante de los hechos. Para ello disponemos de acciones jurídicas y normas administrativas que intervienen.
  2. INVENTARIAR: enumerar, listar y describir los bienes que tenemos. De esto se encarga la Ley de Patrimonio Histórico Español (LPHE).
  3. CATALOGAR: va más allá del inventario; es mucho más descriptivo.

Acciones de intervención.

  • PRESERVAR: operaciones realizadas sobre un bien para salvarlo antes de tiempo, asegurar la supervivencia contra el peligro o posibles daños producidos por problemas ambientales.
  • MANTENER: operaciones para prolongar y mantener el mayor tiempo posible los materiales de los que está constituido el objeto. Es una acción muy importante para evitar tener que restaurar.
  • CONSOLIDAR: forma de conservar reforzando los elementos estructurales, constructivos o materiales otorgándoles mayor consistencia o solidez.
  • REPARAR: dejar en buen estado un objeto que estaba roto o deteriorado.
  • RESTAURAR: intervención directa sobre un monumento deteriorado para la recuperación de su forma e imagen. Evitar alteraciones o falsificaciones de su naturaleza documental.
  • REHABILITAR: acción para devolver la función al edificio.
  • RECONSTRUIR: volver a construir a causa de acontecimientos traumáticos.
  • ANASTILOSIS: volver a levantar la columna caída. Reconstruir con los materiales que hay en el lugar.
  • RIPRITINAR: «meter mano a la historia». Devolver a una construcción su estado supuestamente original, eliminando los añadidos posteriores. Con esta acción perdemos antigüedad y autenticidad en el monumento, por ello es rechazada de manera general.